Limpiar nuestras mentes y corazones para presentarnos ante Dios es un paso fundamental para celebrar adecuadamente la Pascua. Preocupémonos de que la imagen que mostramos al mundo, sea sincera y verdadera.
Desarrollar un corazón humilde, sincero y abierto a la Palabra de Dios, no es una labor humana; necesitamos que El Eterno trabaje en nosotros a través de su Espíritu Santo. Mensaje entregado el 2 de junio de 2018.
Así como Dios permitió la destrucción de la ciudad de Jerusalén producto de la desobediencia a sus leyes, a nivel personal, si nos revelamos a la ley de Dios podemos no calificar para entrar en su Reino.
La vida cristiana supone realizar cambios de fondo en nuestras vidas; necesitamos vencer el pecado ¡huir de él!. La Biblia nos presenta una fórmula práctica para iniciar nuestro crecimiento espiritual.
La fiesta de Panes sin Levadura nos muestra la necesidad de Dios y Cristo para vivir una vida nueva, libre de pecado, más plena, feliz y provechosa. Mensaje entregado el 22 de abril de 2022.
Esta Bienaventuranza de Mateo 5:6, nos habla de una característica muy valiosa de los verdaderos cristianos. La verdadera felicidad y hambre de ella para el prójimo.
La paz solamente puede provenir de la aplicación de la Justicia de Dios. ¿Qué es la Justicia de Dios y cómo podemos aplicarla en el día a día? Mensaje entregado el 22 de junio de 2019.
La vida cristiana está llena de vivencias maravillosas, pero a la vez representan desafíos. ¿Cuáles y por qué son necesarias estas pruebas de fe? Descubra la respuesta a esta crucial pregunta.
Las bienaventuranzas son un tema amplio. Las primeras cuatro de ellas están enfocadas al fuero interno de las personas, pero a partir de la quinta, nos habla de la aplicación de esos principios espirituales con otras personas.
¿Por qué sufre la gente buena? Obrar rectamente y mantenernos apartados de la maldad, no nos garantiza vivir sin sufrimientos o complicaciones. ¡El ejemplo de Job nos muestra que aún el sufrimiento nos permite madurar espiritualmente!
El dios de este siglo, Satanás, ha cegado el entendimiento de los incrédulos, para que no vean el resplandor del evangelio de la gloria de Cristo, que es la imagen de Dios.
Como preparación para la Pascua, es indispensable examinarnos y evaluarnos con mucha anticipación. Es un trabajo arduo que debe ser guiado por Dios, pero llevado a cabo por nosotros mismos.